Después de casi tres cuartos de siglo, el franco CFA utilizado por 14 estados africanos está experimentando un cambio importante.
El franco CFA, sus iniciales provienen de las palabras francesas para la Comunidad Financiera Africana, se lanzó el 26 de diciembre de 1945 como un "franco de las colonias francesas de África".
Catorce naciones, divididas en grupos de África occidental y central, usan la moneda hoy.
Sus 155 millones de personas representan el 14 por ciento de la población de África y el 12 por ciento de su PIB, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Ocho países comprenden la Unión Monetaria de África Occidental (WAMU): Benin, Burkina Faso, Costa de Marfil, Guinea-Bissau, Malí, Níger, Senegal y Togo.
Su autoridad emisora con sede en Dakar es el Banco Central de los Estados de África Occidental (CBWAS).
Otros seis están en la Unión Económica y Monetaria del África Central (CAEMU): Camerún, República Centroafricana, Chad, Guinea Ecuatorial, Gabón y República del Congo.
Su autoridad emisora es el Banco de Estados de África Central (BCAS) con sede en Camerún.
El valor de la moneda se fijó inicialmente al franco francés y luego al euro, a una tasa fija de 655,96 francos CFA por un euro.
El Banco de Francia posee la mitad de las reservas totales de la moneda. Francia paga una tasa de interés máxima del 0,75 por ciento anual.
El acuerdo garantiza la convertibilidad ilimitada de francos CFA a euros y facilita las transferencias entre zonas.
Los billetes y monedas CFA se imprimen y acuñan en una instalación del Banco de Francia en la ciudad sureña de Chamalieres.
Ambos bancos regionales africanos que supervisan las variantes de CFA han establecido la estabilidad de precios como su objetivo primordial.
Los partidarios del franco CFA dicen que el enlace a Francia proporciona credibilidad monetaria y estabilidad de precios.
Los críticos dicen que el acuerdo es "poscolonial", lo que impide que los países ejerzan soberanía monetaria y permite a Francia ejercer influencia en sus antiguas colonias.
Las opciones presentadas en el debate han variado desde un cambio simbólico de nombre hasta vincular el CFA con una canasta de monedas que incluye el euro, el dólar estadounidense y el yuan chino, teniendo en cuenta los principales socios comerciales de África.
Algunos economistas han instado a transferir las reservas de CFA a otras instituciones y poner fin a una política monetaria estricta para estimular el desarrollo y la creación de empleo.
Bajo una importante reforma anunciada el sábado, el franco CFA occidental cambiará su nombre a eco.
Sus países ya no tendrán que depositar el 50 por ciento de sus reservas en el Banco de Francia. Podrán invertir este dinero donde lo consideren conveniente.
Francia también cortará los lazos institucionales, retirándose de la junta de CBWAS y el comité de política monetaria y la comisión bancaria de la WAMU.
Sin embargo, el eco mantendrá su tipo de cambio fijo con el euro.
Y Francia mantendrá su papel de respaldo para los ocho países de la WAMU. Francia proporcionará una garantía, en forma de línea de crédito, si el CBWAS se enfrenta a una crisis monetaria y necesita euros.
Francia describe el cambio de las ocho naciones como un "paso precursor" para la creación de una moneda única por parte de los 15 miembros de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO).
Los países de la CEDEAO acordaron este año adoptar una moneda única, también llamada eco, ya en 2020.
Pero si este calendario se cumplirá está lejos de ser claro.
Siete países de la CEDEAO tienen sus propias monedas, y ninguno de ellos es libremente convertible.
El gran actor regional es Nigeria, que representa dos tercios de la producción.
El sábado, Nigeria advirtió que los países deben hacer más para cumplir con los criterios de convergencia de la moneda única.
Casi ninguno de los 15 países de la CEDEAO alcanza actualmente el umbral para unirse: un déficit de menos del 3 por ciento del producto interno bruto; inflación del 10 por ciento o menos; y deudas que valen menos del 70 por ciento del PIB.
El último anuncio no afecta oficialmente a los seis países que son miembros de la zona CFA de África central.
Pero ya hay signos de cambio en este grupo, especialmente expresados por Chad y Guinea Ecuatorial.
En una cumbre en Yaounde el mes pasado, los seis líderes "decidieron lanzar una reflexión profunda sobre las condiciones y el marco de una nueva cooperación".
Encargaron al BCAS presentar "un plan apropiado que conduzca a la evolución de la moneda". El banco central debe informar "en un plazo razonable".
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