Durante el auge de la crisis de la pandemia de COVID-19, la suspensión repentina de las ligas deportivas profesionales, en conjunto con los estímulos fiscales y monetarios sin precedentes en los Estados Unidos, invitaron a una nueva ola de operadores minoristas a los mercados financieros. Estos nuevos participantes trajeron consigo una gran liquidez que hasta entonces se había mantenido al margen de los mercados financieros tradicionales.
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Aunque el desenlace del 2020 pudo haber sido de ensueño para muchos traders minoristas, considerando las fuertes subidas de los mercados de valores en medio de una pandemia, este es un momento oportuno para dar un paso para atrás y echar un vistazo al pasado para resaltar algunos relatos informativos de advertencias de otras eras parecidas en la historia financiera. A continuación, analizamos una serie de acontecimientos que llevaron a los operadores minoristas a buscar fortuna en entornos similares.
EL EXCESO DE LIQUIDEZ
En los mercados, la liquidez suele siempre encontrar un equilibrio. El capital alcanzará hasta a las empresas al borde de la bancarrota siempre y cuando haya suficiente liquidez. Por ejemplo, consideremos a Hertz, la empresa estadounidense de alquiler de coches.
La bancarrota por definición se refiere a la situación en la que los activos de una empresa no valen nada. Cuando Hertz estuvo a pasos de este precipicio en medio de la pandemia, una ola de operadores minoristas especulativos comenzó a comprar las acciones de la compañía, empujando a sus precios hasta niveles insustentables.
En cierto sentido, esto es un ejemplo de que los pretendía la Reserva Federal, responsable por la política monetaria de los Estados Unidos: reactivar la economía ante el duro golpe provocado por el coronavirus para acelerar la recuperación. Las medias sin precedentes del banco central estadounidense dieron lugar a un exceso de liquidez que evitó la iliquidez a corto plazo y la bancarrota a largo plazo de diversas empresas.
EL APRENDIZAJE DE LOS ERRORES
La historia de las manía financieras, como la que estamos viviendo hoy en día con las incesantes nuevas cuentas de corretaje por parte de los operadores minoristas, frecuentemente implica que estos mismos participantes disfruten de un breve periodo de éxito seguido por un duro golpe de la realidad.
El objetivo de este artículo es destacar algunas de las lecciones de la historia del mercado financiero y de las manías minoristas pasadas, cuando aquellos con poca experiencia se dejaron llevar por la especulación.
EL COLAPSO DE WALL STREET DE 1929
El desplome del mercado más famosos de la historia de los Estados Unidos ocurrió a finales de los años 20, sirviendo como el “broche de oro” de una década conocida por los excesos. Si bien la caída de la bolsa en aquel entonces no fue el resultado del estallido de una burbuja como los eventos del año 2000 y 2007 que presentamos a continuación, el daño provocado por la especulación fue devastador. Entre septiembre de 1929 y julio de 1932, el índice Dow Jones perdió casi el 90% de su valor, abriéndole la puerta al periodo que hoy en día se conoce como La Gran Depresión.
EL ESTALLIDO DE LA BURBUJA DE LAS EMPRESAS <<PUNTOCOM>> DE 2000
La menor regulación que empezó en la década de los 80 resultó en una apreciación de las acciones de las empresas de internet y tecnología. Esta “nueva economía” impulsó a los mercados hasta nuevos cielos en el inicio del nuevo milenio. Entre enero de 1995 y marzo del año 2000, el índice Nasdaq 100 avanzó desde los 743 puntos hasta los 5.048, creando la burbuja de las empresas <<puntocom>>.
Gracias a la recesión provocada por los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en los Estados Unidos, entre otras razones, la burbuja estalló a finales de 2002 y el Nasdaq perdió cerca del 78% de su valor en relación con el máximo del año 2000.
LA CAÍDA DEL MERCADO INMOBILIARIO DE EE. UU. DE 2007
Para ayudar a la economía a recuperarse de los ataques terroristas del 11 de septiembre y de la recesión subsiguiente, la Reserva Federal redujo las tasas de interés e inundó el mercado con liquidez –de una forma parecida a la del día de hoy. Los precios de los bienes raíces y las valoraciones de las constructoras de hogares se dispararon, atrayendo a los especuladores al mercado inmobiliario, conocido como «flippers».
Cuando estalló esta burbuja, el Índice de Rendimiento Total de la Construcción de Viviendas del S&P 500 cayó en un 90% desde su máximo en julio de 2005 hasta su mínimo en noviembre de 2008. El resultado de la caída de las acciones y del mercado inmobiliario fue la peor crisis financiera desde la Gran Depresión, una era que ahora se conoce como La Gran Recesión.
LAS LECCIONES DE LA HISTORIA
Mark Twain una vez dijo que «la historia no se repite, pero a menudo rima». Lo cierto es que las emociones que gobernaron a los inversores de las épocas pasadas son las mismas que enfrentamos hoy en día cuando nos involucramos en los mercados financieros: avaricia, miedo y decepción, entre otras.
En la actualidad, la información y los datos viajan alrededor del mundo más rápido que nunca. Esto significa que las emociones con las que lidiamos cuando participamos en los mercados pueden unirse y formar una nueva burbuja en cualquier momento. Si la historia sirve de guía, entonces deberíamos ser cautelosos con el hecho de que las manías financieras, las crisis y las caídas de los mercados de valores siempre podrían estar a la vuelta de la esquina.


Recomendado por Daniel Castaño
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Escrito por Daniel Castaño, Equipo de Investigación de DailyFX en español; y Christopher Vecchio, CFA, estratega senior de DailyFX.com
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