Este viernes, las cifras hablan por sí solas sobre los efectos devastadores de la pandemia del nuevo coronavirus (COVID-19) en el mundo. La segunda economía del mundo, China, anunció una contracción por primera vez en décadas, en su economía: 6,8 % en el primer trimestre del 2020.
Este golpe para China es alarmante para el resto del mundo, ya que el gigante asiático es uno de los consumidores y productores de mercancías y servicios básicos importantes del mundo. Además, en el primer trimestre de 2019, cuando Pekín estaba incluso en guerra comercial con EE.UU., tenía un crecimiento de 6,4 %.
En la misma línea, en Europa, Alemania, la gran locomotora económica europea, asegura que está viviendo sus momentos más difíciles desde la Segunda Guerra mundial.
Francia también dice que registra una fuerte caída en su Producto Interno Bruto (PIB) del 8 %, lo cual corresponde a pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el promedio de pérdidas por la COVID-19 con respecto al PIB en la Eurozona, es decir, un 7,5 %.
Por otra parte, en Latinoamérica y África, la situación será similar. Según el Banco Mundial, allí hay enormes necesidades financieras. y la pandemia de la COVID-19 podría destruir los avances de estos países.
El precio del petróleo ha bajado otra vez un 8,1 %, registrando el más bajo nivel desde el 2002, pese al acuerdo sobre reducción de la producción para poder aliviar las pérdidas. De este modo, al parecer las previsiones del FMI para 2020 son correctas y habrá una recesión, peor de la de 1929 de la gran depresión, y solo habrá una recuperación parcial en 2021, si todos los países toman la iniciativa y cooperan en este sentido.
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