El virus no sólo está afectando a la salud pública, también está matando a la economía. La decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de cancelar vuelos entre Europa y EE.UU., durante un mes, ha causado un huracán: la crítica de los inversionistas a la falta de una respuesta económica a la pandemia, mercados en caída libre, y una Unión Europea (UE) furiosa con Trump por no haber sido consultada.
Trump considera a Europa el nuevo epicentro del COVID-19. De más de 130 000 personas contagiadas en el mundo, 22 000 están en Europa. Italia, con 1016 muertos, es el más afectado después de China, y está en aislamiento total. Polonia registró su primera muerte y España elevó a 84 la cifra de muertos y a casi 3000 la cifra de contagiados.
El Banco Central Europeo (BCE) ha confirmado el shock de la pandemia del coronavirus para la economía global. En EE.UU., el futuro de las acciones ha caído en picado. Este jueves, el índice Dow Jones y el S&P 500 ha caído más del 8 % en su apertura.
Los mercados del Golfo Pérsico además se ven afectados por los bajos precios del petróleo, y las principales bolsas de Europa se hunden a su nivel más bajo en 4 años; el DAX alemán más del siete por ciento, y la Bolsa de Milán registró una pérdida histórica de casi el 17 % al cierre.
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