En el mercado paralelo no todos los dólares valen lo mismo. En la apertura de esta semana el blue cotiza a $ 76,50 para la venta y a $ 71,50 para la compra, pero los «arbolitos» que operan en el microcentro manejan sus propias cotizaciones: a los billetes verdes «viejos» les aplican un recorte de hecho del 5% al 7%. Esto implica que los toman a un valor en torno a $ 68 a $ 66.
Hoy en el mundo circulan dólares de distintas épocas. Y pese a que en la era de las fake news cada tanto se cocinan versiones acerca de que los más antiguos dejarán de ser de curso legal, eso no es cierto. Todos los dólares en circulación son válidos sin importan en que año fueron emitidos.
La aclaración es importante porque en los últimos tiempos se popularizaron las estafas en las que en una variante del «cuento del tío», delincuentes llaman a ahorristas para decirles que los dólares viejos ya no tienen valor y se ofrecen a cambiarlos por los nuevos. En un país en el que el colchón es la alcancía más frecuente es habitual que se atesoren billetes que llevan años sin ver la luz. El remate del cuento es que el estafador desaparece con los dólares sin entregar nada a cambio.
“Se advierte a los consumidores de todo el mundo que no es necesario cambiar los billetes de US$100 del diseño anterior por los nuevos. Es la política del Gobierno de los EE.UU. que todos los diseños de la moneda de los EE.UU. sigan siendo moneda de curso legal, independientemente del momento de su emisión”, anunció la Reserva Federal -el equivalente al Banco Central de Estados Unidos- en 2013, la última vez que renovaron el diseño del billete.
Pero en un país escaso de dólares como la Argentina, en el que existen al menos diez tipos de cotizaciones distintas más un cepo cambiario, los pescadores hacen su ganancia en el río revuelto. Así, los arbolitos toman los billetes viejos con descuentos de entre 3 y 5 pesos. Y lo mismo hacen con los billetes de baja denominación, como los de US$ 10, US$ 20 y US$ 50.
A simple vista, para saber si un billete de US$ 100 es viejo o nuevo hay que fijar la atención en la figura de Benjamin Franklin. En los viejos, la cabeza del científico que descubrió la electricidad y fue uno de los padres fundadores de Estados Unidos está enmarcada en un óvalo. Por eso ese billete se conoce en la jerga de los arbolitos como «cabeza chica». En cambio, la versión más reciente de los billetes estadounidenses es la que tiene una banda azul que lo atraviesa y la cara de Franklin aparece en primer plano, sin el óvalo. Ese es el billete llamado «cabeza grande». La banda azul es una medida de seguridad adicional con la que se busca evitar las falsificaciones.
Contra lo que se podría suponer, el recorte sobre los billetes viejos no es un invento argentino. El descuento de 5% a 7% en el precio se aplica en varios países, especialmente en casas de cambio chicas. Sin embargo, en Estados Unidos todos los comercios deben aceptar los billetes en circulación.
Esta clase de billetes es rechazado por los operadores mayoristas porque los ahorristas que planean atesorar los billetes por largo plazo o hacerlo en altas cantidades prefieren los billetes nuevos.
Aun con el descuento, el precio de $ 68 que paga el «arbolito» sigue estando por encima del dólar oficial. En caso de ir a venderlo al banco, la entidad lo toma a $ 58.
La alternativa para los que busquen evitar el recorte de los arbolitos es recurrir a los bancos, no para vender sino para depositar.
Quienes tienen caja de ahorro en dólares pueden depositar los viejos billetes y unos días después volver a retirarlos, ya que el banco tiene la obligación de aceptar cualquier tipo de billete y en general cuando los reponen entregan billetes nuevos.
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