Una cadena de tiendas lanzó hace una semana una campaña en sus redes sociales en la que invita a los clientes a gastar sus billetes en mal estado. Otros establecimientos también empiezan a recibir monedas y cuentan las dificultades que experimentan para dar vuelto en un país con dolarización de facto.
Caracas. “¿Tengo un billete de 20 dólares al que le falta una esquinita, también los reciben?”. Era una de las preguntas de quienes se cruzaban con una promoción de una tienda que invita a gastar los billetes deteriorados. Pagar con dólares ya es habitual en Venezuela. El rápido avance de la dolarización trajo consigo otros problemas a una población que ya sabía de dificultades a la hora de adquirir bienes y servicios por la escasez de bolívares. Sin embargo, clientes y comerciantes se las arreglan para intercambiar los dólares.
En 2019 la flexibilidad del control de cambio asentó el uso del dólar como moneda para cancelar desde inmuebles con precios elevados hasta lo más sencillo, como un perrocaliente en la calle. Una las consecuencias que surgió a mediados de año fue que algunos comercios se negaban a aceptar billetes deteriorados o rayados. Meses después, de acuerdo con un recorrido hecho esta semana por Crónica.Uno, los establecimientos empiezan a recibirlos, así como las monedas.
Una cadena de tiendas llamada On2 Three lanzó una campaña el sábado 18 de enero en la que invitan a los clientes a gastar sus billetes deteriorados en estos establecimientos. Uno de ellos está ubicado en el Centro Comercial Sambil, donde la encargada manifestó que también aceptaban monedas.
La única condición que exigía On2 Three era que las personas consumieran en la tienda el monto total del billete. La trabajadora explicó que si el serial de los billetes no está roto los reciben y que también los pasan por la máquina de verificación para determinar si no son falsos.
En un local aledaño de golosinas, llamado Candy World, no aceptan monedas, pero billetes rayados sí, y que no estén muy dañados, precisó uno de los empleados. En otro establecimiento de artículos deportivos indicaron que no tienen restricciones al momento de recibir divisas estadounidenses, siempre y cuando no estén muy rotos; en cuanto a las monedas, contaron que aún no se les ha presentado algún caso.
La encargada de Sport Line relató que uno de los dilemas que se les presenta ocurre en el momento de dar vuelto. “Si no tenemos billetes nos toca salir y pedir prestado en las tiendas de por aquí. También, si son clientes habituales, le quedamos debiendo algún billete. Luego lo llamamos para que pase a buscarlo”, dijo.
Nicolás Maduro, quien se define como “antimperialista”, tras un silencio de casi un año, el 17 de noviembre del año pasado elogió la dolarización que para entonces ya había permeado varias capas de la sociedad: “Evaluar ese proceso que llaman de dolarización puede servir para la recuperación de la economía, una válvula de escape. Gracias a Dios existe”. Sin embargo, la moneda que volvió a impulsar el gobierno en 2019 fue el petro.
En el Mercado Municipal de Chacao algunos tarantines de víveres juegan con las restricciones. Un joven encargado de un puesto de papas explicó que se debe en algunos casos a los proveedores. “No recibo billetes rayados porque después los proveedores no me los aceptan. Si a mí no me los reciben, yo menos”, remató.
En una carnicería, ubicada en ese mercado, un hombre puso cara rígida al escuchar la pregunta: “En cualquier lugar te rechazaban los billetes deteriorados. Que si tiene esto o lo otro, y uno no puede decir nada porque igual vas a salir perdiendo”.
Otro vendedor en Chaco indicó que las operaciones también dependen del billete: “Si vienen con uno de 20 dólares para pagar un dólar no sirve”. La situación se extrapola a un restaurante que ofrece menús ejecutivos. Allí los almuerzos tenían un valor de tres dólares este jueves 23 de enero. Un cliente llegó con un billete de 20 dólares para pagar dos comidas y lo primero que preguntó fue: “¿Tienen cambio?”.
El local debía devolverle 14 dólares, por lo que los comerciantes sugieren que, en casos semejantes, paguen alguna diferencia en bolívares para redondear el vuelto en dólares. De esa manera los venezolanos se ajustan a una realidad generada por la inflación y no por una política de reforma monetaria.
En una tienda de la cadena de comida rápida KFC, ubicada en el Sambil, no aceptan billetes con denominaciones de 50 y 100 dólares, contó uno de los trabajadores. No conocen cuál es la razón, sin embargo, añadió que es una orden de la gerencia.
“A veces no podemos dar vuelto, por ejemplo, si trae 10 dólares y gasta cuatro le decimos al cliente que lleve algo más para redondear la cuenta a cinco dólares. En la mañana es más difícil dar vuelto a los que pagan en divisas, y casi siempre tienen que dar una diferencia en bolívares. Los clientes se molestan cuando no tenemos cambio porque no quieren gastar más”, relató el empleado de KFC.
Otras cadenas, como Prolicor, también muestran una campaña en sus redes sociales donde anuncian que en las sucursales del estado Nueva Esparta aceptan monedas de euros de las siguientes denominaciones: 2, 1 y 0,50. Mientras que en monedas estadounidenses aceptan de: 25, 10 y 5 céntimos.
En octubre de 2019 más de 50 % de las transacciones en los comercios ya se hacían en una moneda distinta del bolívar, de acuerdo con un estudio de Ecoanalítica. Hasta ahora las autoridades no han manifestado que planean dolarizar formalmente. Sin embargo, un trabajo de Bloomberg reveló este jueves que desde el gobierno de Maduro se estaría evaluando aplicar una reforma tributaria para aplicar algo similar a un impuesto al valor agregado (IVA) a las operaciones que se hagan en dólares.
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