Existen varias monedas digitales que ofrecen la posibilidad de resguardar los ahorros, sin el temor a la volatilidad de Bitcoin y de manera legal
Si hay una característica bien argentina, podría decirse que es el instinto de supervivencia ante las crisis. Especialmente en contextos devaluatorios, en los que se agudiza el ingenio para conseguir el activo más preciado: el dólar.
Así, ante las restricciones cambiarias impuestas por la gestión de Mauricio Macri, muchos salieron en busca de alternativas para hacerse de billetes verdes y agudizaron su ingenio de la mano de plataformas y soluciones provistas por la tecnología.
Pero el cepo «duro» que se lanzó apenas iniciado noviembre fulminó algunas de esas opciones, como el «dólar Paypal» que, como anticipó iProUP, consistía en la compra de saldos con tarjetas de crédito destinados al ahorro billetes verdes.
Con la «manzana rodeada» por el BCRA y el impuesto solidario del 30% a la adquisición de divisas que introdujo el gobierno de Alberto Fernández, los ahorristas comenzaron a volcarse a la operatoria conocida como «contado con liqui«, que consiste en comprar un bono en la plaza local (en pesos) y venderlo en el exterior (en dólares).
Claro que la tecnología también hizo su aporte con las monedas virtuales. Tanto es así que se registró un nivel récord de transacciones con bitcoins: casi u$s30 millones por semana sólo en el marketplace de divisas LocalBitcoin.
En este marco, cada vez más argentinos apuestan por el «dólar digital«, como se denomina a las monedas virtuales que tienen paridad 1 a 1 con el billete verde. También se las llama stablecoins, pues su valor no varía a lo largo del tiempo.
A diferencia del Bitcoin, que muchos utilizan como inversión a mediano o largo plazo, estas divisas no sólo sirven para el pago de productos o servicios, sino además como una alternativa de ahorro en moneda dura.
El «dólar digital» más usado a nivel global es DAI, que desde su lanzamiento en 2018 viene creciendo a pasos acelerados en la Argentina. Con todo, el total de transacciones se disparó a partir de noviembre, cuando el gobierno de Macri comenzó a limitar el acceso al mercado cambiario.
En ascenso
«El volumen de los últimos tres meses a nivel nacional viene creciendo a una tasa del 40% intermensual«, confía a iProUP Mariano Di Pietrantonio, líder de Comunidad para Sudamérica de MakerDAO, la empresa detrás de DAI.
La demanda por esta divisa llegó a tal nivel que las casas de cambio virtuales (exchanges, en la jerga) nacionales comenzaron a incluir su cotización en las pizarras. Es el caso de Ripio, BuenBit y ArgenBTC, mientras que SatoshiTango planea sumarla antes de marzo.
«La compraventa se triplicó en nuestra plataforma, alcanzando registros históricos desde que comenzamos a ofrecer este activo hace más de un año», revela Sebastián Serrano, CEO y fundador de Ripio.
A diferencia otras monedas, un DAI siempre valdrá un dólar. Un contrato inteligente sobre la blockchain de Ethereum es el que «gobierna» la emisión de esta divisa sin la necesidad de un «banco central». Así, se diferencia del caso del activo Tether (manejado por una empresa) o de Bitcoin, cuya emisión ya está pautada desde el inicio.
«Ofrece una alternativa más conservadora frente la volatilidad natural de otros activos. En el mercado argentino se posicionan como una verdadera opción de ahorro, muy atractiva frente a las restricciones a la compra de moneda extranjera», advierte Serrano.
De este modo, los exchanges locales venden DAI a un promedio de $82. Es decir, un valor similar al «dólar solidario», pero sin el tope de u$s200 mensuales. Y más barato que el «contado con liqui», que está en el orden de los $84,50.
«Es una forma completamente legal de resguardar ahorros. Se pueden comprar con transferencia o tarjeta de crédito sin el recargo del 30%«, explica a iProUP Gabriel Vago, CEO de ArgenBTC, que ofrece una billetera para facilitar transferencias y compras en sitios web del exterior.
Además, este dólar digital pretende salirse del «mundo cripto» para convertirse en un medio de pago y de inversión simple, bajo el paraguas DEFI (acrónimo en inglés de Finanzas Descentralizadas), tendencia que propone liberar la transferencia de valor de límites políticos y geográficos.
«DAI fue desarrollado con un claro objetivo que es la inclusión financiera a través de la estabilidad, transparencia y el acceso abierto. Permite enviar un valor estable a cualquier parte del planeta en segundos sin tener que pedirle permiso a nadie», afirma de Pietrantonio.
Además, asegura que ahora se le suma DAI Savings Rate, una especie de cuenta remunerada como la que ofrecen los bancos digitales. «Es una opción de inversión dentro de la plataforma para obtener un interés a través de los ahorros en DAI. Hoy está pagando una tasa variable del 6% anual en dólares«, completa.
Pietrantonio asegura que esta funcionalidad «puede ser implementada por cualquier fintech que trabaje con DAI, pudiendo ofrecer este beneficio a sus clientes sin importar el país en el que la empresa resida». BuenBit será el primer exchange argentino que la sumará.
«OKex, una de las casas de cambio digitales más grandes del mundo, lo implementó en otros países y esto dio lugar a un boom de depósitos. Hoy, más de la mitad de los bonos soberanos a nivel mundial están atados a tasas negativas y esto lleva a que la gente ahorre más fácilmente», explica Pientrantonio.
Esta moneda también se está convirtiendo en un medio de pago digital, con la llegada de los terminales de cobro PundiX, disponibles en países de América Latina (incluyendo Argentina), Asia y África, además de cajeros automáticos y servicios como SendWyre que conectan las monedas digitales con bancos tradicionales y tarjetas de crédito.
¿Fácil de usar?
«DAI requiere de una billetera y conocimientos que cualquiera puede incorporar. Los que usamos cripto no somos superdotados», recuerda Matías Bari, CEO y cofundador de SatoshiTango, firma que se dedica a simplificar la compraventa de divisas virtuales permitiendo operar con transferencia bancaria y hasta redes de cobranzas como Rapipago.
Ripio tiene el mismo objetivo. «Trabajamos para mejorar constantemente la experiencia de cada usuario en nuestra plataforma, con el objetivo de ofrecer la forma más sencilla de comprar, vender y almacenar monedas virtuales», remarca.
«La mayoría de los usuarios combina diferentes grados de acercamiento a la tecnología con la búsqueda de alternativas financieras innovadoras», señala Serrano, quien además afirma que muchos clientes corporativos han incursionado en el uso de estas herramientas,
Vago, de ArgenBTC, asegura que hay personas que recurren al wait and see: «En vez de mantenerse en pesos dejan su saldo en stablecoin, es decir en dólares, para aprovechar un momento de baja cotización del bitcoin y otras divisas».
Un mercado por explotar
Más allá de que Libra, la stablecoin liderada por Facebook, haya sufrido una diáspora de sus socios y hasta el momento parece ser un fracaso, las monedas digitales vivirán en 2020 un momento de esplendor.
Es que además del DAI, atado al dólar, hay otras divisas «estables» que respaldan su valor con oro, canastas de monedas, inmuebles y activos de la economía real. «Las cuatro o cinco más usadas son con paridad dólar, pero Brasil está implementando una especie de ‘real digital‘», añade Bari.
Argentina también tuvo un proyecto llamado «Peso Digital» presentado en el BCRA durante la gestión de Sturzenegger. La iniciativa consistía en crear una blockchain para mover efectivo de modo rápido y económico entre una red y otra: la de los bancos, la de cajeros automáticos, circulación de efectivo, etc. Pero otras prioridades de la autoridad monetaria hicieron naufragar el proyecto.
Además de las monedas estables, expertos aseguran que habrá una «explosión» en el uso de divisas digitales en general. «Proyectamos un fuerte crecimiento ya que cada vez más gente las usa, hay mayor inversión de fondos de riesgo y más tecnología», señala Bari.
«Además, este año es el tercer halving en la historia de Bitcoin, ya que cada cuatro años se baja a la mitad la emisión y siempre se especula mucho», completa.
Petrantonio, de MakerDAO, coincide en que este año «se verán nuevos All time high (récord históricos) en término de capitalización total del mercado cripto. Esto traerá consigo de nuevo la fiebre y los inversores sufrirán el FOMO (miedo de quedarse afuera) de un mercado que crece rápidamente».
«El mercado cripto viene registrando un crecimiento exponencial en volumen año a año y 2020 no será la excepción, ya que lejos de haber desencanto, se observan cada vez más consultas y curiosidad sobre todo el abanico que de oportunidades que se están abriendo».
«Están todos los índice clave en su mejor momento, como el grado de adopción, nivel de innovación e infraestructura y desarrollo de regulación». Y concluye: «Todo indica que será uno de los años más propicios para el mercado de las monedas digitales«, concluye Serrano.
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