Un informe de la Fundación Mediterranea y el Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), reveló que las búsquedas en internet relacionadas con el «cepo al dólar» y al «dólar blue» tocaron su pico más alto en 2015 y se moderaron en forma significativa en años siguientes, para repuntar en las últimas semanas, con el regreso de las restricciones cambiarias. Las búsquedas de este año, sin embargo, no alcanzan, ni se aproximan, a los niveles observados en el período que va de 2011 a 2015.
El Gobierno reestableció el cepo el primero de septiembre pero el lunes 28 de noviembre, apenas un día después de las elecciones generales en las que el oficialismo quedó 8 puntos debajo del Frente de Todos, anunció nuevas medidas sobre las restricciones a la compra de dólares en el país, imponiendo un límite de 200 dólares para comprar por mes.
Según Google, las nuevas medidas avivaron el constante protagonismo que ha tenido la moneda extranjera en las búsquedas online en los últimos años y hubo un nuevo pico en las búsquedas, pero no sólo no alcanzaron para superar lo sucedido en 2011/2015, sino que no estuvieron ni cerca.
El informe de Ieral mencionado por el gigante de las búsquedas resalta que la historia del «cepo» se remonta al 28 de octubre de 2011, unos pocos días antes de que Cristina Fernández de Kirchner ganara las elecciones presidenciales. Desde ese momento fue incorporando nuevas restricciones que, en la práctica, limitaron el acceso a dólares para atesoramiento.
A diferencia de aquel, el actual cepo no impone la necesidad de pagar impuestos o cargos extras en las transacciones con dólares. Asimismo, si se compara la situación de las empresas en los diferentes momentos, con las restricciones establecidas hasta 2015 disponían de un acceso más acotado al mercado de cambios y se restringían los giros de dividendos al exterior.
En el primer cepo, para poder comprar divisas, las empresas debían tener una aprobación oficial que muchas veces no conseguían. En 2012, adicionalmente, se introdujeron las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI), el filtro a través del cual el gobierno limitaba las importaciones para evitar una mayor salida de divisas.
Ahora, en la nueva implementación de las restricciones cambiarias, si bien las empresas no pueden acceder al mercado de cambios oficial para atesoramiento, el Banco Central planteó que sí pueden comprar divisas para pagar deudas, comprar importaciones o hacer frente a otro tipo de pagos de su operación cotidiana.
Otra diferencia entre los cepos aplicados en los mandatos de Cristina Kirchner y Mauricio Macri, se vió reflejada en el sector turismo. En 2012 se introdujo un cargo y tope para la compra de dólares para viajes al exterior, en un trámite que debía iniciarse ante la AFIP con una antelación de siete días y se establecían recargos del 20% (luego subido al 35%) para los consumos realizados fuera del país.
Ambos controles cambiarios coinciden sí en la política hacia la pesificación de pagos o giros de dinero recibidos desde el exterior: para la versión actual del cepo se anunció un plazo de cinco días hábiles para que quienes realicen una exportación o cobren un servicio en moneda extranjera puedan liquidarar esas divisas en el mercado local.
De esta forma, el interés por el mercado paralelo, se mantuvo alto en el período 2011-2015, presentando una baja significativa –aunque con algunos altibajos– desde el año 2016, hasta mediados de 2019.
El informe concluye que es por estas causas que, entre septiembre y octubre de este año, el interés en búsquedas online por el mercado no oficial aumentó a valores similares a los del año 2013.
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