Son días vertiginosos para las finanzas de la Argentina con cambios de fondo y noticias fuertes como el alejamiento de Christine Lagarde de la conducción del Fondo Monetario Internacional.
Para el Gobierno el cambio en el FMI no pone en riesgo el préstamo vigente por US$ 57.000 millones pero si implicará modificar matices de las negociaciones.
El ministro de Economía, Nicolás Dujovne, había tejido una buena relación personal con Lagarde y ahora deberá comenzar de nuevo y, más aún, confirmarse que el estadounidense David Lipton (un «fundamentalista» de la flotación del dólar) asumiría temporariamente la conducción del FMI.
Desde su creación, y como imagen de equilibrio, el FMI siempre nombró un director gerente de origen europeo y el vicepresidente fue estadounidense representando al país que realiza el mayor aporte de fondos.
Ahora habrá que esperar para ver si Lagarde asume en el Banco Central Europeo y cual es su reemplazante definitivo en el Fondo.
Para la Argentina, en este momento, la clave continúa siendo que el crédito está vigente y que EE.UU. mantiene su respaldo.
Respecto de Lipton ya dio muestras de flexibilidad al permitir que el Banco Central intervenga en el mercado cambiario. Esa medida de fines de abril le abrió la puerta a la estabilidad y baja del dólar de las últimas semanas y al descenso de tasas que acaba de anunciar el Banco Central para junio.
El central bajó tres puntos la tasa de referencia que ahora es de 58% anual y plantea un nuevo escenario junto con el descenso de las tasas de las Letras de Liquidez.
Guido Sandleris bajó las tasas (las Leliq ahora pagan 61,37% anual) y también las podrían bajar los bancos en los próximos días para los plazo fijo que hasta ayer ofrecían en promedio 46,18% anual para colocaciones hasta 59 días.
Se esperaba una reacción del mercado de cambios y sucedió en el comienzo de la rueda pero fue cediendo a lo largo del martes dejando un dólar mayorista en $42,20 casi medio punto abajo de la jornada anterior.
El anuncio de la liberación de $45.000 millones este mes para atender la mayor demanda de pesos estacional por el pago de aguinaldo y las vacaciones de invierno, sin embargo, no se sintió sobre el dólar.
Tal vez, porque la renta de las tasas sigue superando a la inflación. Un plazo fijo que deje 4% mensual supera la estimación de 2,6% de inflación de junio y al 2,3% que empiezan a pronosticar los analistas privados para este mes.
Claro que el cálculo de la rentabilidad de un plazo fijo siempre corre contra la variación del dólar. Y estar a 40 días de las elecciones primarias llama a la prudencia de los inversores, especialmente de los más grandes que lograron diferencias importantes en las últimas semanas estando en pesos y en algún momento podrían dar vuelta sus posiciones.
Mientras tanto, el mercado comenzó a diferenciar claramente los riesgos financieros de la Argentina entre parte del sector privado y el público.
Pampa Energía salió a buscar entre US$300 y 500 millones a una tasa del orden del 9,5% anual y la agropecuaria Cresud estaba cerrando operaciones por unos 70 millones de dólares.
YPF había conseguido US$500 millones pagando 8,75% anual y Pan American Energy logró US$ 500 millones de la Corporación Financiera internacional.
Hay señales claras: Las petroleras y productoras agropecuarias logran en el mercado lo que no logra el estado argentino en materia de costo financiero. Los privados, que demuestran tener capacidad de repago, pagan una tasa menor. Y eso es así a pesar de la incertidumbre política.
¿No tendrán en cuentas las petroleras que un triunfo de la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner podría implicar la desdolarización y el regreso de los controles sobre los precios de los combustibles?
Probablemente sí, pero el cambio de la matriz energética adquirió una dinámica que no querrían desaprovechar. El tiempo dirá y los plazos se acortan.
Los mercado siguen operando con la mirada puesta en las elecciones primarias del 11 de agosto y estos 40 días el resultado de las encuestas comenzará a jugar un rol más protagónico.
Sigue vigente la «fórmula 7/5» según la cual el 12 de agosto los mercados «votarán» de acuerdo a la distancia que tengan las listas del Gobierno y la oposición.
Si el gobierno pierde por más de 7 puntos la respuesta sería una y si es menor a 5 puntos, otra. Pero el dólar tranquilo y la perspectiva de que la inflación pueda ceder algo mantienen las expectativas en caja.
Como reaseguro, el Banco Central le estuvo comprando dólares al Tesoro y también ganó en posiciones compradoras del dólar futuro por casi US$ 3.000 millones dando una señal clara de que está cargando las alforjas para enfrentar lo que pueda venir.
La calma cambiaria cuenta a su favor con dos elementos importantes: la elevada dolarización de las carteras que ya se produjo y el «viento de cola» que viene de afuera de la mano de una baja tasa de interés en EE.UU.. ¿Alcanzará?
Fuente: https://www.clarin.com/opinion/tasas-dolar-juegan-baja-lagarde-va_0_JVcnmpoFW.html
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